Básico y necesario

Los demás dormían la siesta, así que intenté hacer el menor ruido posible.

Tan sigiloso como un gato, abrí la carpa y salí, rumbo al árbol más frondoso, al más fresco de la tarde.

Me senté con las piernas cruzadas, tiré desde el hilo azul oscuro y comencé a leer.

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s